A partir  de un presupuesto detallado se pueden reconocer los gastos fijos de los variables, y así depurar aquellos que pueden poner en riesgo la economía familiar o personal.

Lo sabemos, administrar un hogar no es una tarea simple. Menos aún lo es en una economía con una inflación tan alta como la que está teniendo la Argentina. Requiere orden, planificación y también ser certero al observar cómo es el flujo de ingresos de quienes viven en la casa o el departamento.

“Primero tiene que tomar las riendas aquel que tenga más capacidad para administrar el dinero de manera inteligente, ya que el secreto reside en armar una buena planificación, teniendo en claro los ingresos y los egresos del hogar. Para esto es fundamental hacer un presupuesto mensual“, aconseja Verónica Pulis, asesora en planificación financiera y seguros.

“El éxito está en llegar a fin de mes cómodamente e, idealmente, con un excedente que ronde el 30% de todo lo que recibimos: libre para ahorrar y/o invertir”.

Señala la experta.

Para darle orden a qué pagar primero, la especialista sugiere que lo recomendable es que el primer desembolso tiene que ser “para nosotros mismos”. ¿Qué significa esto? “Tener el compromiso de ahorrar para poder con ese dinero cumplir sueños, viajar, hacer remodelaciones en el inmueble, destinarlo para un fondo de jubilación y más. Es bueno tener el monto que determinen ya separado”, agrega Pulis.

Esto no se puede hacer sin tener un presupuesto: un registro detallado de lo que se gana y se gasta. “Dentro de los egresos tendremos gastos fijos y variables. Los primeros se repiten todos los meses: alquiler, impuestos, seguros, tarjetas de crédito (el total del mes, nada de el mínimo porque generan fuertes intereses), colegios de los chicos y más. A esto sumar los gastos que varían todos los meses, que suelen ser para darnos los gustos”, indica la asesora.

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Una vez que se conoce el monto que se dispone para cada gasto, lo que hay que hacer es “pagar los servicios y expensas, que si no se pagan las empresas proveedoras los cortan. De todos modos, hay que analizar bien qué necesito de verdad: ¿el cable con el pack fútbol es indispensable?”, se pregunta Oscar Puebla, CEO de Puebla Inmobiliaria.

“Hay que diferenciar aquello que quiero de lo que necesito. Muchas veces lo que quiero está ligado a un deseo y lo que necesito me enfoca en mi realidad personal. Es posible que vea que no me alcanza el dinero y eso nos plantea un gran desafío, cómo ser más próspero, tomando en cuenta que la prosperidad es un estado y no una cuenta bancaria”, añade Puebla.

Además, con el pago de las expensas es preciso tener cuidado: éstas suelen ser de lo primero que se deja de pagar. Sin embargo, es importante saber que si uno acumula deudas, con el paso de los años puede, incluso, perder el inmueble, ya que es lo que se remata para poder así saldar la obligación pendiente.

Durante la pandemia, muchos trabajadores decidieron dar el paso y transformarse en independientes. Esto puede hacerles crecer sus ingresos, el techo solo lo pone su esfuerzo, pero también descontrolar el flujo de dinero.  “Para un freelance es imprescindible formar un colchón para algún imponderable o momento de menores ingresos. También debe tratar de autoimponerse conductas y plazos de pago. La organización siempre juega a favor de las finanzas”, afirma el empresario Sebastián Cantero.

En este sentido, Pulis da una fórmula para conocer el estado financiero propio: “hay que hacer una evaluación estacional, por ejemplo, de 6 meses. ¿Cuáles son nuestros ingresos semestrales totales en ese período? A partir de allí, dividimos en 6 y obtendremos el ingreso mensual promedio para hacer frente a nuestras obligaciones”.

Estar asegurado

Más allá de los gastos básicos, es aconsejable contar con un seguro para el hogar, “sin importar si uno es inquilino o propietario. Esto es fundamental, y debe ser lo más completo posible, ya que es un modo de cuidar nuestro patrimonio, hogar y el contenido que hay en él: todo lo que con esfuerzo conseguimos a través de los años”, dice Pulis.

En sintonía, Daniel Castaño, asesor de seguros y titular de LIDERSEG, suma que “el daño más frecuente es la rotura de electrodomésticos por caídas o bajas y subas en la tensión eléctrica (incluso por cortes de luz cubre lo que tengas en el freezer). También incluye los cristales de la casa (puertas, ventanas, espejos), robo e incendio total de la vivienda”.

Con todos estos consejos es inevitable sumarse al equipo de los ordenados.

Por: Marysol Antón.

Fuente: https://www.zonaprop.com.ar/noticias/mercado-inmobiliario/como-administrar-los-gastos-de-una-casa/